martes, 22 de marzo de 2011

Liderazgo Femenino


Por la evolución de las relaciones entre los géneros que se ha dado en el último siglo, cada vez es más común ver casos de liderazgo femenino. Pero este avance se ve amenazado por los prejuicios que existen todavía sobre las mujeres y su capacidad de dirigir. Los hombres en su mayoría se sienten asustados por esta amenaza a su dominio, mientras que algunas mujeres lo consideran innecesario o antinatural.

Lo cierto es que a lo largo de la historia podemos encontrar ejemplos tanto positivos como negativos del liderazgo femenino. Pero como en todos los ámbitos es necesario darse cuenta que existen diferencias fundamentales entre los estilos de liderazgo masculino y femenino. Por su naturaleza y sus instintos es necesario que la mujer combine la calidez maternal con una seguridad en si misma que le permita imponer su criterio. Además debe mostrarse mesuradamente agresiva, sin llegar a ser brutal, lo cual parece ser el error más común de las mujeres poderosas. También debe ser capaz de demostrar valentía y capacidad de adaptación a las circunstancias sin perder sus cualidades femeninas únicas.

El liderazgo femenino, por ende es más exigente que el masculino ya que demanda un delicado equilibrio de diferentes virtudes para tener éxito. Por esto es necesaria una adecuada educación de las mujeres, para que reconozcan su potencial y lo pongan en práctica, predicando con el ejemplo.

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