martes, 22 de marzo de 2011

Gordon Brown

Me parece apropiado escribir sobre él hoy, ya que justamente en este día comenzó un nuevo capítulo en su vida. Cuando lo conocí por primera vez, era el Primer Ministro de turno y protagonista de las PMQ’s. Y si bien su estilo oratorio no resulta el más impresionante, especialmente en este espacio que demanda rapidez y un toque de humor en las respuestas, fue la contundencia de sus argumentos y la convicción de su defensa lo que más me impresionó.

Pero mi buen criterio sobre él aumentó al ver la película “The Deal” que cuenta la historia tras bastidores de la sucesión del liderazgo del partido laborista en 1994. Si bien Gordon perdió, fue porque actuó con integridad en medio de las traiciones y mentiras de Mandelson y Blair. Su historia personal es admirable ya que pasó de niño prodigio de un pueblo de Escocia, a casi perder la vista en su juventud, a dirigente universitario y periodista televisivo hasta llegar a ser electo MP de su pueblo natal.

Nadie deja de reconocerle su inteligencia, pero sus mayores críticas son por su agresividad y falta de carisma. La gente prefiere criticarlo por su imagen pública y olvida su admirable labor como Chancellor, que mantuvo a Gran Bretaña fuera del euro, así como su mayor labor salvando a su país de la crisis económica del año pasado. En conclusión, Gordon Brown es un brillante historiador y una persona decente que no mereció el trato que obtuvo de sus electores. Pero que mejor para él, ya que pudo retornar a su vida hogareña y lejos de la gente ingrata.

No hay comentarios:

Publicar un comentario