martes, 22 de marzo de 2011

State of Play


El día de hoy finalmente pude hacer la comparación entre la miniserie británica y la adaptación americana. Y no es de sorprenderse que siga prefiriendo la primera. Esta historia trata sobre el asesinato de la asistente del MP/Senador Stephen Collins por su participación en una conspiración corporativa y la investigación periodística de Cal Macaffrey para descubrir la verdad.

Existen marcadas diferencias entre ambas y a cada rato tenía que recordar que no se pueden poner todos los detalles de 6 horas en una película de 2, pero creo q lo que hicieron fue suavizar todo el asunto y volverlo menos desafiante. Tal vez trataron de volverlo más amenazante cambiando la conspiración petrolera por la militar/defensa y ligarla a la lucha contra el terrorismo, pero en sí, le quitaron a los personajes esa desesperación mezclada con mala noche y cinismo.

Además cambiaron muchas de las relaciones entre caracteres, dándoles otros antecedentes, si bien la única que me recordó a la versión británica fue la del periodista con su editor. Sinceramente lo que más esperaba era ver si podían capturar la atormentada naturaleza de Stephen Collins, el inesperado villano de la historia (spoiler alert) tan bien como David Morrisey lo hizo, pero en realidad dejaron de lado este aspecto. Entonces y ahora con conocimiento de causa puedo decir que la producción británica es infinitamente superior y que lograron arruinar una buena historia de intriga política ya que en ningún aspecto se parecen Westminster a D.C.

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