Con motivo de la noticia que está copando los titulares mundiales, no puedo dejar de notar el parecido (un tanto irónico) entre el fundador de Wikileaks y el periodista investigativo ficticio de la serie de libros “Millenium”, Mikael Blomkvist. Assange y Wikileaks han desatado una controversia mundial al revelar los “cables”, es decir los correos privados diplomáticos del servicio exterior norteamericano.
Los líderes mundiales se han visto envueltos de una u otra manera en estos documentos ya que muestran la opinión del gobierno americano sobre ellos y la confianza en Estados Unidos ha sufrido un gran daño. esta misión de revelar los secretos de las personas poderosas que perjudican a la gente común es algo que Blomkvist hace como trabajo diario.
En ambos casos estos personajes se han visto difamados por acusaciones de delitos que buscan ennegrecer su imagen, cosa que en el caso de Assange es peor ya que se le acusa de delitos sexuales en Suecia que tiene uno de los sistemas en legislación sexual más progresivos hacia la mujer. Las acusaciones contra Assange activaron todas las alarmas “conspirativas” del mundo, ya que las personas piensan que son parte de una estrategia para desprestigiar a la cara más visible de Wikileaks.
Considero que debe ser una grave acusación con fundamentos para que la Interpol participe, además que el perfil alto del caso pone presión tanto en Suecia como en Gran Bretaña, donde Assange se entregó. Pero en todo caso a Stieg Larsson le hubiese parecido este asunto tan divertido e interesante como la trama de sus novelas.
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