En el feriado pasado pude repetirme nuevamente la serie de 6 cap´´itulos que había visto hace un año. Esta obra si bien es muy conocida de nombre, no ha llegado a calar tanto en la cultura como la otra obra reconocida de las hermanas Bronte “Cumbres Borrascosas”, si bien siempre sentí curiosidad por conocer su trama.
Cuenta la historia de Jane, una chica de escasos recurso, que fue rechazada por su tía y enviada a un orfanato con la esperanza que muriera. Cuando crece se convierte en una institutriz y es contratada por el Sr. Rochester a quien conoce en terribles circunstancias. Si bien el Sr. Rochester aparenta ser rudo y agresivo, en realidad es un hombre bueno que se hace cargo de obligaciones de otros, por lo que me recuerda a Gordon Brown. Estos personajes se enamoran, si bien existen algunos obstáculos, pero al final deciden casarse. En el momento crítico se revela el secreto de Rochester, la proverbial esposa loca encerrada en la torre y Jane lo abandona sin rumbo fijo.
Tiempo después ella encuentra trabajo y una oferta de matrimonio que no la convencen de todo, por lo que regresa a Rochester, quien ahora es ciego y arruinado, dependiendo totalmente de ella y finalmente encuentran la felicidad juntos. Si bien en el fondo es la típica historia de chacha-niño rico-final feliz, resulta distinta por los plot twist que hay: esposa loca/herencia perdida/primos lejanos.
Lo que más me agrada de Jane es su fortaleza ante las dificultades y su independencia, además que nunca pierde la fe en sí misma. Rochester es el típico héroe byroniano torturado y que últimamente pienso un tanto diabólico por su capacidad de llamar a Jane con el pensamiento y alejarla de una vida de misionera, además de su práctica de las artes oscuras como la ouija. Si este es el caso, la autora le castiga al cegarle y dejarle a merced de Jane. En conclusión esta historia es muy interesante y merece más reconocimiento que el que actualmente tiene, no solamente como nombre famoso.
Cuenta la historia de Jane, una chica de escasos recurso, que fue rechazada por su tía y enviada a un orfanato con la esperanza que muriera. Cuando crece se convierte en una institutriz y es contratada por el Sr. Rochester a quien conoce en terribles circunstancias. Si bien el Sr. Rochester aparenta ser rudo y agresivo, en realidad es un hombre bueno que se hace cargo de obligaciones de otros, por lo que me recuerda a Gordon Brown. Estos personajes se enamoran, si bien existen algunos obstáculos, pero al final deciden casarse. En el momento crítico se revela el secreto de Rochester, la proverbial esposa loca encerrada en la torre y Jane lo abandona sin rumbo fijo.
Tiempo después ella encuentra trabajo y una oferta de matrimonio que no la convencen de todo, por lo que regresa a Rochester, quien ahora es ciego y arruinado, dependiendo totalmente de ella y finalmente encuentran la felicidad juntos. Si bien en el fondo es la típica historia de chacha-niño rico-final feliz, resulta distinta por los plot twist que hay: esposa loca/herencia perdida/primos lejanos.
Lo que más me agrada de Jane es su fortaleza ante las dificultades y su independencia, además que nunca pierde la fe en sí misma. Rochester es el típico héroe byroniano torturado y que últimamente pienso un tanto diabólico por su capacidad de llamar a Jane con el pensamiento y alejarla de una vida de misionera, además de su práctica de las artes oscuras como la ouija. Si este es el caso, la autora le castiga al cegarle y dejarle a merced de Jane. En conclusión esta historia es muy interesante y merece más reconocimiento que el que actualmente tiene, no solamente como nombre famoso.
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