Desde que comenzaron a promocionar esta película, me moría de ganas de verla y luego de dos días de lucha con el Internet pude hacerlo. Es algo inusual que una película histórica cause tanta expectativa a nivel mundial, especialmente en el lado comercial. En la película se cuenta la historia del rey Jorge VI, padre de la actual reina Elizabeth II, por sobreponerse a su tartamudeo y llevar a cabo sus funciones como Rey.
Aquí se muestra la relación del príncipe Bertie que es una mezcla de inseguiridad y arrogancia, con su terapista Lionel Logue, un extrovertido australiano que se gana la confianza del rey, dejando de lado totalmente la formalidad y etiqueta debida. Como si esto fuera poco, también está como trasfondo la historia de Eduardo VIII, el hermano mayor de Bertie, quien por su carácter frívolo e irresponsable, prefiere abdicar para carsarse con la mujer que ama. Todas estas dificultadas las afronta Bertie con la ayuda de su esposa Elizabeth, quien al ser también “plebeya” sirve para conectar a estos hombres para beneficio de toda la nación.
Me encantó la película, si bien tiene sus momento extra dramáticos y casi cliché, y hasta plot holes como la falta de certificación académica de Logue, además que Colin Firth no se parece en nada al verdadero rey, pero considero que la historia está bien contada y permite que la audiencia se sienta parte de la época y la historia. Como drama histórico es perfecto, si bien no es una película para todos, sino para quienes les gusta, aunque sea un poco, la historia.
Aquí se muestra la relación del príncipe Bertie que es una mezcla de inseguiridad y arrogancia, con su terapista Lionel Logue, un extrovertido australiano que se gana la confianza del rey, dejando de lado totalmente la formalidad y etiqueta debida. Como si esto fuera poco, también está como trasfondo la historia de Eduardo VIII, el hermano mayor de Bertie, quien por su carácter frívolo e irresponsable, prefiere abdicar para carsarse con la mujer que ama. Todas estas dificultadas las afronta Bertie con la ayuda de su esposa Elizabeth, quien al ser también “plebeya” sirve para conectar a estos hombres para beneficio de toda la nación.
Me encantó la película, si bien tiene sus momento extra dramáticos y casi cliché, y hasta plot holes como la falta de certificación académica de Logue, además que Colin Firth no se parece en nada al verdadero rey, pero considero que la historia está bien contada y permite que la audiencia se sienta parte de la época y la historia. Como drama histórico es perfecto, si bien no es una película para todos, sino para quienes les gusta, aunque sea un poco, la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario