En estos días terminé de ver los capítulos de la serie "How TV Ruined your life", los cuales me permitieron confirmar la opinión que tengo sobre esta persona. Charlie Brooker es un comentarista/periodista británico que se caracteriza por su actitud amargada y sus ingeniosos comentarios sobre la actualidad de su país. Ya sea en programas de Tv, en sus artículos para The Guardian o en su participación en 10 O'clock Live, Booker tiene el perfecto y descarado comentario apropiado para cada ocasión.
Lo que más me agrada de él es su desenfadada actitud con la cual busca mostrar lo absurdo de la vida diaria, no en un tono condescendiente ni arrogante, sino de manera simple y chistosa. Sus análisis sobre el impacto e influencia televisiva en nuestro pensamiento resultan ser muy acertados, a la vez que graciosos, especialmente por la forma en que se burla de las figuras famosas de la pantalla británica, ya sean respetados presentadores o celebrities.
Otro punto a su favor, y que me hace sentir identificada con él, es su capacidad de ser gracioso con un comentario mordaz dicho casi entre dientes, o gritado con un toque de histeria y no como el típico comediante encantador que sonríe y mira al público con grandes ojos de cachorro, esperando su aprobación. Me parece que lo más importante conocerse a uno mismo y ser honesto, puesto que es algo que el público capta de inmediato, sin importar que la presentación exterior sea en jean, camiseta y zapatos deportivos.
Lo que más me agrada de él es su desenfadada actitud con la cual busca mostrar lo absurdo de la vida diaria, no en un tono condescendiente ni arrogante, sino de manera simple y chistosa. Sus análisis sobre el impacto e influencia televisiva en nuestro pensamiento resultan ser muy acertados, a la vez que graciosos, especialmente por la forma en que se burla de las figuras famosas de la pantalla británica, ya sean respetados presentadores o celebrities.
Otro punto a su favor, y que me hace sentir identificada con él, es su capacidad de ser gracioso con un comentario mordaz dicho casi entre dientes, o gritado con un toque de histeria y no como el típico comediante encantador que sonríe y mira al público con grandes ojos de cachorro, esperando su aprobación. Me parece que lo más importante conocerse a uno mismo y ser honesto, puesto que es algo que el público capta de inmediato, sin importar que la presentación exterior sea en jean, camiseta y zapatos deportivos.
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