from: http://fr.wikipedia.org/wiki/Fichier:Jacques-Louis_David,_Le_Serment_des_Horaces.jpg
Creo conveniente comenzar este blog con algo que adoro. Y es que en este momento en que en mi vida existen demasiadas cosas en que pensar, estoy "obsesionada" (aunque el término suene muy fuerte), con todo lo que tiene que ver con la Revolución Francesa. Y es precisamente este cuadro uno de los factores que me llevaron a este punto. Se llama "Le Serment des Horaces" (El Juramento de los Horacios) y fue pintado por Jacques Louis David en 1785. Se puede interpretar como una premoción de lo que vendrá y también un llamamiento al regreso a los valores "virtuosos y viriles" de los romanos.
Gracias a la serie de Simon Schama "The Power of Art" en su capítulo sobre Jacques Louis David es que la conocí. Y no solo es el encanto visual el que obviamente me atrae, sino son los diferentes significados que podemos hallar en ella. A simple vista esta pintura muestra la trágicamente heroica historia de los Horacios quienes juran ante su padre que defenderán a su patria, en este caso Roma, hasta la muerte. Pero en el cuadro también están presentes las mujeres que sufren por el destino de sus seres queridos, y en especial una quien tiene intereses encontrados respecto a la batalla, ya que sin importar el resultado perderá a alguien a quien ella ama.
Técnicamente hablando vemos en este cuadro una disposición que exalta al número 3, algo que nos recuerda de la Divina Comedia. Son tres los focos de atención del cuadro (Los Horacios, el Padre y las Mujeres) , como tres los Horacios, las tres espadas que sostiene el padre además de ser 3 las mujeres que sufren por ellos. También tres arcos en el fondo y tres manos extendidas de manera valerosa. También todo el punto de atención del cuadro se va hacia la roja capa del padre y por el uso de colores y de la luz se nota una fuerte influencia de Caravaggio en ella.
Pero más allá de todo esto, me gustaría compartir lo que pienso de ella. Y en realidad tengo sentimientos contradictorios cuando la analizo. Primeramente, creo logra transmitir perfectamente el sentimiento de solemnidad que el autor pretendió. Además la presencia de las manos y las espadas nos expresan que las cosas de las que habla este cuadro van a tener consecuencias graves para quienes se encuentran en ellos. La determinación que muestran los Horacios en su rostro, sabiendo que van a morir, es muy inspiradora además de enigmática, así como sus gestos, en especial aquella mano que abraza y que muestra también un poco de compasión. El padre parece reacio a realizar su labor, aunque al final sabe que debe cumplir con su deber. Es decir, no es un cuadro sobre personas que actúan fríamente sobre la guerra, sino que saben lo que va a pasar y reaccionan humanamente. Hasta aquí me parece excelente y hasta inspirador. Pero realmente lo que odio y detesto tanto del cuadro, como de la cultura romana y el mundo en general, es el papel de las mujeres. Ellas no pueden intervenir, ni protestar, ni participar, solo pueden llorar en el rincón y consolarse entre ellas. Es verdad que muestra el otro lado de la guerra, la tristeza de la muerte, de la viudez y la orfandad, pero ¿Si todos ellos sufren por la guerra, no deberían también tener derecho a participar?
Creo que esta última idea resultaba muy avanzada para la época en que David pintó el cuadro y la misma sería desmentida en el tiempo del pintor por una joven chica que se atrevió a hacer algo que muchos hombres dudaban. (Esto será analizado en un próximo post sobre "La muerte de Marat") Pero finalmente, esto es lo que el arte debería ser, provocar que una persona tenga sentimientos ante ella, tantos buenos como malos y que pueda sentir que tiene una conexión con la imagen que se le presenta.
Creo conveniente comenzar este blog con algo que adoro. Y es que en este momento en que en mi vida existen demasiadas cosas en que pensar, estoy "obsesionada" (aunque el término suene muy fuerte), con todo lo que tiene que ver con la Revolución Francesa. Y es precisamente este cuadro uno de los factores que me llevaron a este punto. Se llama "Le Serment des Horaces" (El Juramento de los Horacios) y fue pintado por Jacques Louis David en 1785. Se puede interpretar como una premoción de lo que vendrá y también un llamamiento al regreso a los valores "virtuosos y viriles" de los romanos.
Gracias a la serie de Simon Schama "The Power of Art" en su capítulo sobre Jacques Louis David es que la conocí. Y no solo es el encanto visual el que obviamente me atrae, sino son los diferentes significados que podemos hallar en ella. A simple vista esta pintura muestra la trágicamente heroica historia de los Horacios quienes juran ante su padre que defenderán a su patria, en este caso Roma, hasta la muerte. Pero en el cuadro también están presentes las mujeres que sufren por el destino de sus seres queridos, y en especial una quien tiene intereses encontrados respecto a la batalla, ya que sin importar el resultado perderá a alguien a quien ella ama.
Técnicamente hablando vemos en este cuadro una disposición que exalta al número 3, algo que nos recuerda de la Divina Comedia. Son tres los focos de atención del cuadro (Los Horacios, el Padre y las Mujeres) , como tres los Horacios, las tres espadas que sostiene el padre además de ser 3 las mujeres que sufren por ellos. También tres arcos en el fondo y tres manos extendidas de manera valerosa. También todo el punto de atención del cuadro se va hacia la roja capa del padre y por el uso de colores y de la luz se nota una fuerte influencia de Caravaggio en ella.
Pero más allá de todo esto, me gustaría compartir lo que pienso de ella. Y en realidad tengo sentimientos contradictorios cuando la analizo. Primeramente, creo logra transmitir perfectamente el sentimiento de solemnidad que el autor pretendió. Además la presencia de las manos y las espadas nos expresan que las cosas de las que habla este cuadro van a tener consecuencias graves para quienes se encuentran en ellos. La determinación que muestran los Horacios en su rostro, sabiendo que van a morir, es muy inspiradora además de enigmática, así como sus gestos, en especial aquella mano que abraza y que muestra también un poco de compasión. El padre parece reacio a realizar su labor, aunque al final sabe que debe cumplir con su deber. Es decir, no es un cuadro sobre personas que actúan fríamente sobre la guerra, sino que saben lo que va a pasar y reaccionan humanamente. Hasta aquí me parece excelente y hasta inspirador. Pero realmente lo que odio y detesto tanto del cuadro, como de la cultura romana y el mundo en general, es el papel de las mujeres. Ellas no pueden intervenir, ni protestar, ni participar, solo pueden llorar en el rincón y consolarse entre ellas. Es verdad que muestra el otro lado de la guerra, la tristeza de la muerte, de la viudez y la orfandad, pero ¿Si todos ellos sufren por la guerra, no deberían también tener derecho a participar?
Creo que esta última idea resultaba muy avanzada para la época en que David pintó el cuadro y la misma sería desmentida en el tiempo del pintor por una joven chica que se atrevió a hacer algo que muchos hombres dudaban. (Esto será analizado en un próximo post sobre "La muerte de Marat") Pero finalmente, esto es lo que el arte debería ser, provocar que una persona tenga sentimientos ante ella, tantos buenos como malos y que pueda sentir que tiene una conexión con la imagen que se le presenta.